CAUSAS
Después de superar la varicela, el virus varicela-zóster permanece inactivo en los tejidos nerviosos cercanos a la médula espinal y al cerebro. Años después, puede reactivarse debido a factores como el envejecimiento, el estrés, enfermedades que debilitan el sistema inmune o tratamientos médicos como la quimioterapia. Esta reactivación provoca la inflamación de los nervios y la aparición de los síntomas característicos del herpes zóster.
SÍNTOMAS
El herpes zóster suele comenzar con una sensación de ardor, hormigueo o dolor intenso en un lado del cuerpo o la cara, seguido por la aparición de un sarpullido rojo con ampollas llenas de líquido.
Estas ampollas se agrupan formando una franja o «culebra», de ahí su nombre popular. Otros síntomas comunes incluyen fiebre, dolor de cabeza, sensibilidad al tacto y malestar general.