1. Control de la respiración
La respiración profunda y controlada ayuda a reducir la excitación y el ritmo cardíaco. Practicar la respiración diafragmática (inhalar profundamente por la nariz y exhalar lentamente por la boca) puede ayudarte a mantener el control en los momentos clave.
2. Ejercicios de Kegel
Los ejercicios de Kegel fortalecen los músculos del suelo pélvico, permitiendo un mejor control de la eyaculación. Para hacerlos, contrae los músculos como si estuvieras deteniendo el flujo de orina, mantén la contracción por unos segundos y relájala. Repite varias veces al día.
3. Técnica del «parar y seguir»
Este método consiste en detener la estimulación antes de alcanzar el punto de no retorno. Al hacerlo repetidamente, entrenas tu cuerpo para retrasar la eyaculación y aumentar el placer.
4. Uso del método de la compresión
Cuando sientas que estás a punto de eyacular, presiona suavemente la base del miembro para reducir la excitación. Esta técnica ayuda a ganar tiempo y prolongar la sesión.
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