Una de las causas más comunes es que apoyes mal el brazo o la mano. Dormir con el brazo doblado o estar mucho tiempo en la misma posición puede presionar los nervios y causar adormecimiento. En estos casos, con mover la mano o cambiar de postura, el malestar desaparece.
Otra razón bastante común es el síndrome del túnel carpiano. Esto ocurre cuando un nervio en la muñeca se comprime, lo que provoca que sientas hormigueo, debilidad o pérdida de sensibilidad, especialmente en el pulgar y los dedos cercanos. Es algo que suele afectar a quienes usan mucho las manos, como en el caso de personas que trabajan en la computadora o usan herramientas manuales.
También puede venir desde el cuello. Si hay algún nervio pinzado en la columna cervical, el adormecimiento puede bajar por el brazo hasta la mano. Esto pasa cuando alguna vértebra o disco presiona un nervio.
Hay condiciones médicas que también pueden estar detrás, como la diabetes, problemas de circulación o enfermedades como la esclerosis múltiple. En estos casos, el hormigueo suele ser más constante y puede requerir tratamiento médico.
¿Cuándo deberías preocuparte? Si sientes que el entumecimiento no se va en varios días, si te afecta ambas manos, si notas pérdida de fuerza, o si el malestar sube por todo el brazo, lo mejor es ir al médico. Y si además viene acompañado de confusión, problemas para hablar o mover otras partes del cuerpo, podría tratarse de algo más serio como un derrame cerebral, y ahí sí es urgente buscar ayuda.
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