1. UN BULTO EN EL PECHO
Sentir una bolita o masa en el seno es una de las señales más comunes. Puede ser dura, de bordes irregulares o incluso suave, pero lo importante es que no estaba ahí antes. Si notas algo diferente, no lo dejes pasar.
2. CAMBIOS EN EL TAMAÑO O FORMA DEL SENO
¿Notas que un seno se ve más grande, más chico o con una forma distinta de repente? Es algo que vale la pena revisar, sobre todo si hay hundimientos, bultos o asimetrías marcadas.
3. CAMBIOS EN LA PIEL
Si la piel del seno se ve enrojecida, áspera o con una textura parecida a la de una cáscara de naranja, puede ser una señal de que algo no está bien. No lo dejes pasar, sobre todo si viene acompañado de otras molestias.
4. SECRECIÓN EN EL PEZÓN
Cualquier líquido que salga del pezón sin estar en periodo de lactancia —sobre todo si es sangre, líquido claro o amarillento— merece una revisión médica lo antes posible.
5. PEZÓN INVERTIDO
Si tu pezón cambia de forma y comienza a hundirse hacia adentro (y antes no era así), podría ser una señal de que algo en el tejido está cambiando. Es mejor checarlo.
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